El arte del belenismo alcanzó la cumbre durante la época barroca, y más concretamente en Nápoles, por entonces una de las ciudades más ricas de Europa. El futuro Carlos III de España era un gran amante de los belenes, y bajo su patrocinio una legión de artesanos se aplicó a crear suntuosos Nacimientos, llamados presepi, pesebres.


3000 
  • Envío: